A
principio de los años ochenta, en un partido entre Argentinos Juniors e
Independiente disputado en el estadio de Atlanta, Hugo Villaverde
(defensor del club de Avellaneda) le pego a un delantero local uno de
esos patadones de los considerados verdaderamente como criminales; tal
fue la magnitud de su acción que el árbitro no llegó a mostrarle la
tarjeta roja dado que el futbolista se fue en el acto solo hacia el
vestuario.
Durante la semana siguiente fue a declarar ante el tribunal de
disciplina por su expulsión, aunque no quedo suspendido ni una sola
fecha dado que alegó que había perdido sus lentes de contacto durante el
partido, por lo cual quedó sin poder ver bien al resto de los
jugadores.
Por supuesto que en realidad él no usaba lentes porque estaba perfectamente de la vista
sábado, 19 de abril de 2014
Tipo duro
"Durante
el primer entrenamiento que hice en Real Madrid después de que el
entrenador Jorge Valdano me había dicho que era el quinto extranjero y
que tenía pocas chances de jugar estábamos haciendo un partido nueve
contra nueve; donde estaba corriendo como un salvaje, porque entrenaba
siempre como un salvaje. De pronto Valdano entró a jugar con nosotros y
en un momento, sin querer... porque la pelota le llegó y no me pude
detener... lo trabé muy fuerte y lo levanté por el aire, cayó al suelo.
Estando los dos tirados en el piso me dijo: ¿Siempre entrenás así o sólo
cuando odiás a tu entrenador?" Iván Zamorano [Futbolista chileno]
Prohibido olvidar
Recuerda
Roberto Perfumo que cuando jugaba en 1960 en la 4° de las divisiones
inferiores de River Plate su entrenador, Ernesto Duchini, le anunció un
jueves que el sábado siguiente iba a debutar en el equipo frente a
Chacarita Juniors. Llegado el gran día se vistió como para ir a un
baile, e inclusive toda la familia salió a despedirlo a la puerta de
calle. Dos horas antes ya estaba en el estadio, pero cuando entró al
vestuario Duchini le dijo: "Bueno pibe, dame el documento"; comenzó a
buscarlo por todos lados: en el bolso, por los bolsillos del traje que
tenía puesto (el acontecimiento lo merecía)... pero no lo había llevado;
y no pudo jugar.
Comenta que dado esto Duchini se le acercó y le dijo: "La próxima vez... cuélgueselo de las bolas". Nunca más Perfumo fue sin documento, pero tampoco tuvo otra oportunidad de jugar en el equipo.
Comenta que dado esto Duchini se le acercó y le dijo: "La próxima vez... cuélgueselo de las bolas". Nunca más Perfumo fue sin documento, pero tampoco tuvo otra oportunidad de jugar en el equipo.
Respetuosos
No sube cualquiera
"Jugaba
en Belgrano de Córdoba y cuatro días antes de un clásico me tomé un
taxi para volver a mi casa desde el entrenamiento; en un primer momento
el taxista no me reconoció, pero cuando abrí la puerta me miró, se bajó
los lentes negros que tenía y me dijo: ¡No, querido... caballos no
llevo! y arrancó con la puerta abierta; se ve que era hincha de
Talleres". "El Luifa" Luis Fabián Artime [Futbolista argentino]
Sin pase
A
fines de los cincuenta durante un partido entre Huracán y Chacarita,
luego haber sido expulsado un tercer jugador del Globo, Néstor 'Pipo'
Rossi tras recuperar el balón en medio de la cancha, avanzó y al no
tener con quien tocar le gritó al árbitro: "¿No ve que me hizo? ¿Y ahora
a quién se la paso... a usted?".
Festejo arbitral
Jugadores,
hinchas y dirigentes de Leeds United se quedaron más que boquiabiertos
cuando Liverpool anotó un gol contra su equipo y el árbitro Mike Reed
hizo un gesto con un brazo como festejando la conquista. Sin embargo, el
juez insistió que no festejó el gol de Patrik Berger, sino su propio
acierto al cobrar una ley de ventaja en la jugada del tanto. "Sí, le
pegué al aire en señal de triunfo, pero por haber aplicado correctamente
la ley de ventaja", declaró Reed al diario Express. "Le habían cometido
una infracción a Vladimir Smicer, pero de todos modos siguió y sancioné
la ley de ventaja. Luego le pasó el balón a Berger y este anotó". "A un
árbitro le encanta cuando se anota un gol en una jugada en la que
sancionó ley de ventaja", según explicó.
Aprovechemos
Colgado del travesaño
Cuando
en 1975 se enfrentaron en el St. Mel's Park el local, Athlone Town, y
St. Patrick's Athletic por la liga de Irlanda, el arquero Mick O'Brien,
famoso por su carácter y sus payasadas, estaba tan aburrido porque no
atacaban los rivales que empezó a distraerse como podía; hasta que en
medio de uno de los constantes avances de su equipo, de repente... se
escuchó un ruido. Quienes estaban mirando el partido por televisión
cuentan que la cámara giró bruscamente hacia su arco, el cual estaba
todo roto, con O'Brien sentado sobre la red y las maderas. Según parece
se le había dado por hamacarse colgado del travesaño. El árbitro expulsó
al guardameta y el partido estuvo demorado varios minutos hasta que
arreglaron el arco.
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